Akira Kurosawa.
Japón, 1954.
Algo que lamentaré toda mi maldita vida, será nunca haber visto esta película en celuloide.
La vi lamentáblemente demasiado tarde y no me imagino ahora una experiencia de vida cinéfila, que esté completa, sin conocer esta obra maestra.
Al igual que otro puñado de genios, el viejo Kurosawa es absolútamente fundacional. Luego de ver sus películas más antiguas me pregunto, ¿ es posible hacer algo más ?. No le falta nada, no hay esfuerzo inútil.
Unos guerreros fracasados que recuperan su dignidad protegiendo a los débiles. Unos campesinos miserables, atrapados en el círculo de su pobreza, que deciden tomar las riendas de su destino; la película está llena de imágenes que han dejado huella y permiten transmitir un ambiente de humildad sublime.
Al igual que otro puñado de genios, el viejo Kurosawa es absolútamente fundacional. Luego de ver sus películas más antiguas me pregunto, ¿ es posible hacer algo más ?. No le falta nada, no hay esfuerzo inútil.
Unos guerreros fracasados que recuperan su dignidad protegiendo a los débiles. Unos campesinos miserables, atrapados en el círculo de su pobreza, que deciden tomar las riendas de su destino; la película está llena de imágenes que han dejado huella y permiten transmitir un ambiente de humildad sublime.
