BANDAS SONORAS


Desde que el cine tiene sonido existe la banda sonora. 

No es posible transmitir una emoción cinematográfica integral sin una banda sonora. No sólo es la música, es el tratamiento del sonido en su conjunto. La banda se queda en la memoria colectiva y mucha gente la conoce sin haber visto la película. 

En esta sección del blog quiero escribir de genios integrales y de obras particulares, algunos casos muy populares y otros en los que hay que hacer justicia.



BERNARD HERRMANN  ( 1911 - 1975 )


 

En mi limitado conocimiento cinéfilo, no tengo noción de otro personaje que haya influido más en la música para cine. No sólo en la calidad de su trabajo, si no en su audacia. Él es uno de esos pocos genios que se pueden calificar como creadores de música.

La música en el cine se suele trabajar como incidental, quiere transmitir la emoción de una escena para el espectador. Herrmann, en cambio, logra plasmar el estado emocional del personaje que protagoniza la acción. 

Son tantas las películas, de todos los géneros posibles que la lista es dificil de creer. 

Desde su primer gran trabajo en EL CIUDADANO KANE (1941), pasando por ULTIMATUM A LA TIERRA (1951), demostró una completa originalidad, usando en esta última, por primera vez en una banda sonora, música electrónica.




En la legendaria secuencia de la ducha, en PSYCHO, el espectador es el voyeurista, la víctima y el asesino. Los golpes de cuerda son cada puñalada, pero uno no solo las recibe, también las propina.  




Produjo la partitura de las más clásicas películas de Hitchcock 



Su último trabajo, quizás uno de los mejores, es la música para TAXI DRIVER (1976). De Niro recorre un Manhattan que ve a través de su filtro paranóico, psicótico, es distorsionado y temible. 


Esta columna es lo que yo considero un acto de justicia. Herrmann es poco conocido y casi ignorado por el grán público. No es extraño, su música no es fácil y en cada partitura abrió un mundo nuevo y eso siempre exige demasiado al oyente. 



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